River Suda: el enorme riesgo deportivo y económico que le provocaría no clasificarse a la Libertadores :: Olé

La victoria de Argentinos Juniors sobre Belgrano puso, a una fecha del final de la fase regular del Clausura, a River virtualmente fuera de la Copa Libertadores 2026. Y el rendimiento del equipo de Marcelo Gallardo hace sospechar desde hace tiempo que si el CARP saca boleto para el máximo certamen continental del próximo año será mucho más por demérito ajeno que por virtudes propias.

Desde lo deportivo, está claro, no jugar la CL26 marcaría un quiebre tras 11 participaciones consecutivas (todas ellas pasando al menos a octavos de final), un récord que no iguala ningún club argentino y que solo Nacional de Montevideo y The Strongest de Bolivia pueden tildar durante el mismo período. Quedar afuera de la gala central del fútbol sudamericano sería para River romper su propio piso competitivo, muchísimo menos un objetivo que una obligación. Pero las implicancias pueden ir incluso más allá.

Conformarse con disputar la Copa Sudamericana representaría también un golpe muy fuerte para la proyección de la Tesorería, con variables que tienden a infinito por las que dejaría de poder ganar muchísimo dinero. Un dinero que era una base estipulada en todos los ejercicios presupuestarios de los últimos años.

Más allá de lo deportivo…

La primera marca obvia, la más tangible y directa, es la de los premios que otorga la Conmebol: la Libertadores le puede llegar a sumar al campeón entre fase 2 (la que jugaría River si pasa por tabla anual sin salir campeón o sin que Boca o Central liberen cupo), fase 3, fase de grupos, mérito deportivo (por partido ganado), octavos, cuartos, semis y final un máximo global de u$s 38.330.00. ¿La Sudamericana? u$s 11.590.000. Hay allí una distancia total de casi 27 millones de dólares en juego, sin contar con que la casa madre del fútbol de la región viene aumentando gradualmente la bolsa de sus competencias entre un 5% y un 15% anual desde hace varias ediciones.

Boca Juniors 

La victoria de Boca ante River

Pero esa potencial diferencia ya gigante para la caja de una dirigencia que en los últimos tiempos estableció como un mínimo lógico en la proyección de ganancias llegar a cuartos de final de la Copa no es la única que puede impactar de lleno en el interior de River a distintas escalas si el equipo no disputa la Libertadores. No entrar también implica comprometer seriamente las chances de clasificación al Mundial de Clubes 2029, un torneo que al CARP, con una participación discreta en la que apenas ganó un partido y no logró avanzar a octavos, le dejó en 2025 u$s 18.210.000. Sin contar, claro, que ganar la CL da también el pase al formato anual del MdC.

El temblor también tendría alcance para recaudación por derechos de televisación, potenciales premios acordados en los contratos de sponsoreo del club y más. Incluso, aunque River desde hace casi un centenar de partidos juega a estadio lleno y en ese sentido el ticketing es la fuente de ingresos menos comprometida, no cuesta imaginar que el valor de las entradas varíe al menos en un inicio y que baje la venta de abonos exclusivos para los primeros juegos de la competencia internacional: no es el mismo producto, por obvias razones, un partido de fase de grupos de Libertadores que otro de un torneo en el que el equipo de MG podría emparejarse con rivales como Recoleta de Paraguay, City Torque de Uruguay, Alianza Atlético de Sullana de Perú o Metropolitanos de Venezuela, por citar a algunos de los clubes ya clasificados a la próxima CS.

Juan Fernando Quintero 

Juanfer Quintero y el cruce que tuvo con un periodista a la salida de la Bombonera

Todo ese combo también afecta a otros intangibles. Uno de ellos es el potencial valor de mercado del plantel profesional pensando en futuras ventas. Y otro, que forma parte de un eje central del proyecto del oficialismo para esta gestión, es la internacionalización de la marca River, que con el primer equipo en la Copa Sudamericana tendría evidentemente una plataforma más compleja desde la que despegar al mundo en busca de sumar acuerdos de patrocinio.

Y todo eso sin mencionar, por supuesto, que en el peor de los escenarios -y más allá de la idea original de reducir los topes para lo que viene- quedará muy desfasada la masa salarial anual del fútbol, hoy no muy lejana del centenar de millones de dólares, respecto de las ganancias latentes para un eventual año sin Copa Libertadores.

Sí, lo que está en juego no es sólo fútbol. La crisis deportiva también puede condicionar parte del futuro más allá de lo deportivo…

Fuente: www.ole.com.ar

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